¿Qué son los germinados?



Los brotes de semillas o germinados son el mejor alimento que puede consumir un ser humano; las semillas son el origen de la vida y no pueden generar en quien las consume algo diferente del bienestar del que disfruta un organismo sano y en constante depuración.
Estos productos están contenidos en el grupo de alimentos vivos, hecho que implica el consumo de vida en cada ingesta y un bajo costo en la alimentación. Luego de germinar, una semilla incrementa su valor nutricional por lo menos 20 veces.
Los germinados son grandes contenedores de proteínas fibras, vitaminas, encimas y todos los oligoelementos necesarios para que el cuerpo funcione sin problemas de ningún tipo.

Se trata de alimentos que:

  • Favorecen la regeneración celular

  • Ayudan a perder peso

  • Bajan los niveles de colesterol

  • Ayudan a la eliminación de toxinas

  • Incrementan la concentración

  • Mejoran la calidad de piezas dentarias, piel y cabello

  • Aportan la energía suficiente para la práctica de deportes exigentes

  • Mejora el olor y el sabor de los fluídos corporales: semen, saliva, transpiración

  • Ayudan en la digestión

  • Incrementan la potencia sexual

Es sin duda un alimento del futuro, que viene de un pasado milenario, y ya está al alcance de su mano. Además de mimar un poco nuestro planeta, consumirlo mejorará su vida y le permitirá gozar de esta opción que ya es usada a modo de medicina cotidiana en muchos rincones del mundo más allá de su oriente originario.

Las semillas y sus poderes




Alfalfa: es uno de los brotes más conocidos en el mundo occidental, se consume mucho por su agradable sabor. Se trata de la semilla más completa. Es rica en triptófano y lisina. Contiene una gran variedad de minerales y vitaminas, y una proporción perfecta entre calcio y fósforo. Contiene vitaminas A, B, C, E y K además de magnesio, potasio, hierro, selenio y zinc. Alberga los aminoácidos más importantes. Es remineralizante, coagulante, combate la fatiga y la debilidad además de equilibrar el sistema nervioso. Es una de las semillas que más clorofila sintetiza. Se trata de un alimento depurador de gran efectividad.


Poroto mung: es muy rico en minerales, su proteína es muy completa y aporta una buena cantidad de fibra. Es ideal para comer en ensaladas. Es poseedor de proteínas que dan lugar al aminoácido metionina, de efecto relajante. Fortalece el sistema nervioso y contribuye a rebajar el exceso de colesterol. Sus semillas germinadas son ricas en vitaminas A, C, hierro y potasio.


Trigo: sus vitaminas antioxidantes (C y E) aumentan en un 600% al germinar. Triplica el fósforo y el magnesio, además de su contenido de calcio. Quien no puede consumir trigo en su estado natural lo podrá tolerar en brotes ya que en ese estado contiene almidones predigeridos. Es rico en proteínas y vitaminas B (1,2 y 3) y E. Previene infecciones, remineraliza, regenera las células y sirve para tratar trastornos nerviosos. Sintetiza altas cantidades de clorofila. Protege el corazón y es un buen tonificante. Es el brote más indicado para hacer Rejuvelac, una bebida enzimatica con propiedades antioxidantes increíbes.


Lentejas: son muy nutritivas, aportan varios minerales como manganeso, hierro, cobre y cinc. Su proteína se consume predigerida, es de digestión muy sencilla. Al consumirlas, ingerimos enzimas que siguen vivas en el brote. Aportan fibra y vitaminas. Se pueden combinar con casi cualquier cosa, especialmente con verduras. Retrasan el envejecimiento y son ricas en proteínas y vitamina C. Germinan en sólo tres días.


Fenogreco: es un limpiador sanguíneo y renal que se recomienda para levantar el ánimo decaído y para reforzar el organismo. Además estimula las funciones digestivas y hepáticas y otorga un agradable olor al sudor de quienes lo consumen. Contiene abundante fósforo y hierro. Es muy consumido por sus cualidades afrodisiacas y la reafirmación que logra en los genitales potenciando su funcionamiento.


Girasol: es muy rico en proteínas, grasas insaturadas, vitaminas B, D y E, calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio. Colabora muy efectivamente en el proceso digestivo y contiene muchos de los oligoelementos necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Posee todos los aminoácidos escenciales. Tiene altas concentraciones de yodo, zinc, selenio, silicio, cromo y cobalto. Tiene un sabor muy agradable y se puede utilizar en cualquier plato o como golosina.




Debe tenerse en cuenta esta recomendación: no se deben germinar para el consumo de brotes las semillas de las solanáceas (tomate, pimiento, berenjena, patata, tabaco...). Procesan ácido prúsico, una sustancia perjudicial para la salud.

En equilibrio con la vida


Agua y aire se necesitan para que una semilla nos regale vida. Con un par de días de espera y un mínimo trabajo, cualquier persona puede proveerse de alimento de primera a muy bajo costo.
Los brotes de semillas o germinados mejoran nuestro nivel de vida con sus inimaginables propiedades. Son un remedio natural para todo lo que necesita el cuerpo humano.
Una alimentación que tenga a los brotes a la cabeza de la pirámide, logrará en el sujeto un sistema inmunológico en continuo perfeccionamiento y siempre alerta; depurará todos los fluídos vitales y eliminará los perjudiciales cada vez con más velocidad.
Los brotes ayudan a la reactivación de órganos bloqueados y reducen al mínimo el esfuerzo del cuerpo ayudándolo con sus enzimas a trabajar de manera correcta. En este esquema, un cuerpo pleno multiplica las virtudes y la potencialidad de una persona sin límites.
Se trata de un alimento rico en todos sus aspectos y 10 veces más barato que cualquiera de los que nos propone la industria que dice alimentarnos. Es bueno para embarazadas, futuras embarazadas, madres, abuelas y bisabuelas. Es útil para deportistas, para personas que exigen su mente, para quien busca armonía interior; es lo mejor para niños pequeños, medianos y grandes... Tonifican el sistema nervioso, rebajan el índice de colesterol malo y están recomendados en caso de raquitismo, escorbuto, anemia, descalcificación, diabetes y problemas de la piel.
Cuando las semillas germinan su contenido nutricional aumenta notablemente. En cuanto la semilla entra en contacto con el agua, el oxígeno y la temperatura ambiente que necesita, comienza una transformación maravillosa que el hombre debería festejar a diario.
El contacto con el agua duplica el volumen de la semilla, esto revienta la cáscara y da paso al proceso de enriquecimiento nutricional y energético del grano. Las enzimas se activan y provocan algunas transformaciones fundamentales:



  • Las sustancias de reserva son predigeridas y se transforman en ácidos aminados imprescindibles para el ser humano. Las proteínas de la semilla se incrementan, se simplifican y se tornan más asimilables para el organismo.

  • Se sintetizan e incrementan las vitaminas y los fermentos.

  • El calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio se multiplican; quien desconoce la necesidad de las sales minerales seguramente no puede disfrutar a pleno de su cuerpo.

  • Las grasas se transforman en ácidos grasos y el almidón en maltosa y dextrina, azúcares más simples que exigen menos esfuerzo al aparato digestivo. La digestión es un proceso importante para el cuerpo; requiere de mucha sangre y reduce capacidades al extremo.

  • Se forma la clorofila, que funciona estructuralmente como la hemoglobina, al igual que ella lleva oxígeno a las células y es un buen agente desintoxicante y regenerador del organismo. Una vez en la sangre la clorofila activa el metabolismo celular, mejora las defensas, resistencia y capacidad regeneradora de las células así como su respiración; potencia los procesos naturales de curación, depura la sangre, frena las infecciones y equilibra la relación ácido-base en el organismo.

  • Se descomponen los ácidos y las toxinas que la semilla usa naturalmente para su defensa.
    La presencia de agua, que puede ser de un 5 al 12% en la semilla, crece hasta un 70% en el germinado ( con 3 cucharadas de semilla puede obtenerse casi un litro de brotes o germinados).

  • Las semillas germinadas pueden aumentan su peso un 600% y su volumen un 2.900%. Lo mismo ocurre con sus aportes de nutrientes. En la soja germinada el contenido de vitamina A y carotenos se duplica en 2 días, alcanza el 280% a las 54 horas y llega al 370% de su cantidad inicial en apenas 72. La vitamina C contenida en el trigo aumenta un 600% en los primeros días de germinación y su vitamina E se triplica en cuatro días. De un kilo de granos secos de porotos mung se pueden lograr hasta 8 kilos de brotes.


Entonces, sumando virtudes, beneficios y placer, el cultivo de brotes y germinados nos abre la puerta al conocimiento real de lo que comemos.
El envasado de alimentos no nos permite evaluar con seguridad lo que ingerimos; las industrias no se preocupan mucho por alimentarnos. A lo sumo tratan de cumplir los requisitos para no matarnos de golpe, pero eso no habla de calidad. Creando nuestros alimentos nos aseguramos que estén libres de pesticidas, insecticidas y cualquier otro elemento perjudicial para el organismo o que no necesitemos consumir.

Tipos de alimentos y efectos en el cuerpo humano

Las funciones de las cuales depende nuestro cuerpo para estar en equilibrio físico y fisiológico son la alimentación, el metabolismo y la eliminación.
La ingesta exagerada de alimentos o la escasez de los mismos, el consumo de de alimentos inadecuados, un desperfecto orgánico generado por la disminución del metabolismo o la eliminación deficiente de toxinas, son los generadores de un malestar generalizado que se traduce en cansancio extremo desde el comienzo del día, mal sabor de boca y sequedad, aliento desagradable, poca oxigenación de la piel, dolores de espalda y de cabeza, falta de concentración, acumulación de grasas, dificultades dentarias.
El libro “Aprenda a alimentarse”, del Dr. J. Soleil, indica que la consecuencia del exceso de alimentos es una pronunciada disminución del metabolismo, traducida en síntomas mentales.
Cuando uno se alimenta demasiado poco su cuerpo no logra eliminar las toxinas necesarias para estar en equilibrio. Esto se ve luego plasmado en síntomas emocionales.
En caso de consumir alimentos inadecuados el cuerpo entra en estado de alarma y traduce el malestar a síntomas físicos.
Es importante prestar atención a las alarmas que da el cuerpo. Si el hígado, los riñones, los intestinos, los pulmones o la piel no están funcionando bien, cumpliendo con el proceso de expulsión, se cae en la fatiga generalizada, mal humor, el endurecimiento de las articulaciones, trastornos del cabello, las piezas dentarias y los huesos. No se logra concentración y hasta se llega a estados depresivos. En fin, con la alimentación actual el cuerpo entra en un campo propicio para enfermedades cardiovasculares, diabetes, reumatismos, enfermedades degenerativas de todo tipo, sin dejar de lado las que influyen en la mente.

Grupos de alimentos


  • Biogénicos- En una pirámide alimenticia bien constituida, se trata de la base cualitativa ideal de la alimentación humana. Son los alimentos generadores de la vida. Hablamos de semillas, cereales, leguminosas, hierbas y legumbres germinadas o en estado de brotes pequeños; en ese momento las plantas tienen una potencia increíble y sustancias necesarias para la revitalización celular que permite regeneración continua. Están repletas de vitaminas, minerales, oligo-elementos, aminoácidos, enzimas, hormonas vegetales, bioestimulantes, en síntesis, son vida y energía listas para comer.

  • Bioactivos- Son la base cuantitativa ideal de nuestra alimentación. Su consumo genera vitalidad, son alimentos que activan la vida.
    Se trata de las bayas, frutas, hierbas, legumbres, semillas, cereales y oleaginosos maduros. Deben consumirse crudos o remojados. Junto al primer grupo, los nombramos “alimentos vivos”.

  • Biostáticos- Son los alimentos que moderan la vida, consumirlos asegura el funcionamiento mínimo de nuestro organismo, pero al costo del envejecimiento de las células.
    Se trata de alimentos crudos almacenados en frío, o productos cocidos, secos y tamizados. Carnes de todo tipo a la cabeza del grupo.

  • Biocídicos- Son la base fundamental de la alimentación occidental en la actualidad.
    Son todos los alimentos cuyas fuerzas vitales han sido destruidas por los procesos físicos o químicos de refinamiento, conservación o preparación. Se trata de los generadores de la mayoría de las dolencias que hoy viven los seres humanos en el mundo, son parte del proceso de degradación del mundo y el hombre. Originan cansancio, dolores musculares y de cabeza, problemas de eliminación de toxinas y envejecimiento prematuro de la piel. El azúcar a la cabeza.


Es importante entender que los alimentos vivos nos dan energía y los desnaturalizados nos la quitan. Los primeros facilitan las funciones vitales, los otros las retardan y las dificultan al extremo.
Hay que darse cuenta también que, sin abandonar la gastronomía convencional y nuestra alimentación cotidiana, se puede lograr un equilibrio que no represente un sacrificio muy grande: un 60% de alimentos vivos equilibra el consumo de un 40% de alimentos procesados. Igualmente la experimentación y el bienestar inclinarán la balanza hacia el lado saludable. Los brotes avanzarán ocupando un lugar fundamental en la vida de quien los consuma.
La vitalidad, el color de su piel, su cabello y sus dientes, el funcionamiento de cada uno de sus órganos, la claridad mental, la capacidad de concentración, la potencia sexual extra, la facilidad para adelgazar y moldear el cuerpo, la fuerza y la resistencia, valen el incursionar en un buen trato del organismo. Solo hay que incorporar alimentos vivos a nuestra dieta y disfrutarlos.